Durante la sesión, el cuerpo recuerda su orden natural. La energía fluye, se liberan memorias, emociones o tensiones físicas. El resultado es claridad mental, descanso emocional y un estado profundo de paz.

“Los pensamientos son el lenguaje de la mente. Los sentimientos son el lenguaje del cuerpo. La intuición es el lenguaje del espíritu.”

Después, la persona siente ligereza, coherencia y una nueva capacidad para moverse en su vida con claridad.